Ricardo Kirschbaum
Kicillof sorprendió reclamando una nueva música. Una herejía para el estalinismo K.
El FMI acaba de advertirle a Sergio Massa que la economía ha descarrilado.
Milei quiere convertirse en oferta única y por eso comenzó la demolición de Juntos por el Cambio.
El libertario se presentó como un outsider de la política y canalizó el voto bronca. Forma parte de un fenómeno mundial como lo fue Bolsonaro, Trump y Bukele.
Massa le prende velas a Milei, presunto receptor de potenciales votos para Juntos por el Cambio. La principal oposición es favorita, pero exhibe dos proyectos: uno de centro y otro, más conservador.
El ministro de la inflación dice que la vencerá si es presidente. Sus problemas para juntar votos llegaron a Buenos Aires. En Juntos van muy separados y parece que empatados. El papel de los radicales y el de García Moritán en la Ciudad.
El oficialismo nacional quedó golpeado con el porrazo en Santa Fe y su debilidad histórica en Córdoba quedará expuesta hoy. Los conflictos se aceleran en los últimos tramos de la campaña.
Massa siente que es su momento. Ambición le sobra y astucia política, también.
El escenario de los tercios parece estar cambiando y las proyecciones actuales abren nuevas hipótesis.
Massa es ambicioso y tomó la iniciativa frente a una oposición en pelea interna que enceguece.
Ningún sector del oficialismo había salido a apoyar la fórmula De Pedro-Manzur.
A Cristina le gusta jugar con la sorpresa y demostrar que puede imponer al menos el candidato de su sector, la posibilidad de que nombre a Axel Kicillof adquiere cada día más verosimilitud.
Está suficientemente probado con los gobiernos de Mauricio Macri y de Alberto Fernández que las coaliciones que se arman para ganar las elecciones no sirven para gobernar.
Juntos por el Cambio ha pasado de ser el favorito a triunfar en las elecciones a ser una de las coaliciones que debe remar para asegurarse llegar a la segunda vuelta.
La pelea sin tregua en el PRO favorece al libertario. Los radicales debaten y se diluyen. Las dudas del oficialismo y la encrucijada de Massa con Cristina y el FMI.
Wado de Pedro iría como candidato a gobernador. El acuerdo en la Ciudad para definir las candidaturas del PRO mediante encuestas beneficiaría a Jorge Macri.
La visita a Brasil, pese a la amabilidad de Lula, se pareció demasiado a un papelón de improvisados.
El PRO se enfrascó en un conflicto en el que el liderazgo brilla por su ausencia.
La vice rearma el relato subiendo al libertario al ring ante una posible catástrofe electoral. Qué hacer para que el Fondo de una mano y las novedades que pueden venir desde la oposición.
Ni Cristina, ni Macri ni Alberto pueden ocultar la realidad: el alto nivel de rechazo que tienen. Algo insólito: un presidente que quiere que le vaya mal a su ministro de Economía.
Al gobernador bonaerense le estalló en la cara una crisis que está comenzando.
La foto de Bullrich con los radicales en Mendoza fue para enviarle un mensaje claro a Morales.
Massa ha chocado contra la inflación, la escasez de dólares y una situación social indigna.
El expresidente demoraba una definición que llegó hoy. El libertario crece y el kirchnerismo no sabe cómo disimular el relato.
El interrogante que Mauricio Macri mantiene abierto sobre sus planes políticos futuros perturba a la oposición.
La foto de Bullrich con los radicales en Mendoza fue para enviarle un mensaje claro a Morales.
La campaña electoral está lanzada y paradójicamente no hay candidatos definidos. Hay sí demasiados postulantes en cada una de las coaliciones.
Larreta se propone hacedor de un milagro: hacer desaparecer la grieta en la Argentina.
Lanzará su candidatura sin el apoyo explícito del ex presidente pero garantizándole una cuota de influencia en la coalición. Sus socios fuera del PRO y la necesidad de un apoyo político más amplio.
Detrás de las amabilidades en público entre Alberto y Massa, hay un mar de fondo.
Otro que está en carrera y anda buscando candidata a vicepresidenta es Juan Manzur, quien proclama que tiene el apoyo internacional para su aspiración.
Los gobernadores recuperaron el habla y los sindicalistas, también: El peronismo vuelve a caminar, dicen. Quirós es el candidato de Rodríguez Larreta para la Ciudad. Jorge Macri se apoya en su primo y en Patricia Bullrich.
En su fuero íntimo habría esperado, contra toda evidencia, un veredicto favorable que no llegó.
Mientas el triunfo de Lula en Brasil despertó entusiasmos en el kirchnerismo, ese partido, con el apoyo de algunos gobernadores, empuja la suspensión de las PASO.
Wado de Pedro siempre ha sido un delegado de Cristina en el gobierno antes que un ministro.
Los exégetas de Massa se entusiasman diciendo que enfrente no hay candidatos potentes.
El Presidente, al hablar ante empresarios, buscó posicionarse como una alternativa para el 2023.
¿Quién garantiza no se partirá el Frente de Todos si se suspenden las primarias? Y Massa comienza a sentir la presión política del kirchnerismo.
El cambio de actitud del kirchnerismo pondera el tamaño de la crisis, no una vocación genuina.
El ministro hace ajuste y sube las tarifas. Se siente muy cómodo en sus diálogos con funcionarios de la Casa Blanca, que lo tratan con deferencia y consideración.
El oficialismo intenta instalar que el autor del ataque a Cristina actuó estimulado por un clima de época. Asombra también atribuirle a la acusación del fiscal contra Cristina, la responsabilidad indirecta del fallido atentado.
La vicepresidenta no contaba con la astucia de Alberto Fernández que puso sobre la mesa el cadáver insepulto de Alberto Nisman, trayendo a la memoria colectiva el tenebroso final del gobierno de Cristina.
El gobierno ha descartado una devaluación brusca: la línea de toque es la aguda falta de reservas. Cómo conseguir dólares, el problema de Massa.
La experiencia que encarna el nuevo ministro de Economía es clave para el futuro inmediato del oficialismo.
Cristina aceptó un giro hacia la ortodoxia del ajuste. Se asomó al abismo y no le gustó.
El todavía jefe de la Cámara de Diputados tiene cierto juego propio con Estados Unidos y exhibe ideas económicas mucho más ortodoxas que las que exhibe la Vicepresidenta.
La crisis muestra la verdadera naturaleza de las cosas. La grieta se ha instalado en el gobierno, está cada vez más concentrado en un puñadito de fieles, mientras el resto de los ministros son observadores y comentaristas de sus desventuras de Palacio.
El ex ministro de Economía pasó de ser el Pibe de Oro (con perdón de los maradonianos) a la condición de mentiroso serial.
Para Fernández, la culpa siempre está afuera. En eso coincide con Cristina Kirchner.
La incertidumbre que se acrecentó por la sorpresiva renuncia de Martín Guzmán llenó de zozobra a la sociedad.