Ricardo Kirschbaum

 


Tanto Alberto Fernández como Cristina tienen mucho que perder si este experimento fracasa.

La tercera fue la vencida: después de dos rechazos, Alberto Fernández convenció a hijo del ex presidente para que acepte la embajada en España.

 

 

¡Viva el cáncer!, otra vez (la historia se repite) La historia argentina está marcada por el ominoso “Viva el cáncer”, una metáfora del odio político, no de la crítica apasionada que no es sinónimo de lo anterior pero que con el fragor del combate coyuntural se confunden deliberadamente.

Wado de Pedro estuvo en la reunión entre el presidente electo y Cristina Kirchner. Dato político muy significativo.

 

 

Morales se asiló, pero avisó que no se retira de la política, y al presidente chileno se le agota su tiempo político.

 

Se confirmó que, en La Habana, donde está por la salud de su hija, habló con Galuccio.

 

 

La inflación imbatible estimula nuevas teorías en plena campaña para derrotar este flagelo.

 

Mauricio Macri debe gobernar para estabilizar la situación. Es iluso pensar en la campaña si esta crisis se agrava aún más.

 

 

La reacción del mercado descuenta decisiones sobre la deuda y el dólar que el candidato del Frente de Todos niega.

 

 

Lula da Silva apoyó, cinco meses antes de asumir, el plan que Fernando Cardoso había firmado con el FMI.

 

 

Todavía falta la elección. Dato nada menor. Pero los mercados se mueven como si el 11 de agosto hubiera sido definitivo.

 

 

La alianza de Cristina Kirchner y el peronismo, a través de Alberto Fernández, fue la clave de esta amplia victoria.

 

La polarización se alimenta de la adhesión a las fórmulas y de la voluntad de que “el otro” no gane.

 

 

 

Los candidatos deberían pronunciarse sobre el ataque al periodismo que se cuece en Dolores.

 

 

 

Las PASO son una gran y precisa encuesta que no es definitiva, pero puede presionar más al dólar.

 

 

 

En un panorama tan complejo y crucial, sería imperdonable para Mauricio Macri no ser realista.

 

 

La amenaza a los jueces que tienen causas contra Cristina Kirchner ha sido uno de los motivos de reacción.

 

 

La táctica es salvar a Cristina; los otros ex detenidos deberán arreglárselas solos.

 

 

El rumbo no se modificará, ni el proyecto de reelección: el oficialismo y el desafío de la gobernabilidad.

 

Macri cree que Lavagna tiene apoyo en los empresarios vinculados con la trama de los cuadernos de las coimas.

 

 

El crecimiento de los extremos hace que en las elecciones se vote más en contra que a favor.

 

 

Si la polarización dominará la escena electoral dependerá de que el peronismo alternativo sea o no una opción sólida.

 

 

Scioli propone hacer la de Trump, y Solá se fue con Facundo Moyano, que es Hugo, su ex (?) enemigo.

 

En este clima frenético, hay algo seguro: Rogelio Frigerio quiere mudarse a Washington para presidir el BID.

 

 

El fanatismo intoxica todo: hubo periodistas que festejaron la agresión a un colega.

 

La apertura al debate sobre el aborto le permitió al presidente sorprender a la oposición y retomar la iniciativa política

 

La sesión del lunes 18 pondrá de nuevo a prueba si el acuerdo con los gobernadores peronistas.

 

El Gobierno salió fortalecido. Y se abre un espacio de negociación.

 

Carrió mudó su campaña al territorio bonaerense para reforzar a Vidal, síntoma de la preocupación oficialista.

 

La mirada general, que contiene su dosis de esquematismo, es que en estas elecciones mandará la polarización, con lo cual el tercero en discordia –Massa- tendría posibilidades muy acotadas si se impone esa táctica.

 

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