La suma de todos estos ingresos equivale a 43% del PBI. La mitad de la masa salarial es privada, y la otra mitad surge del gasto público.
Tras la aceleración de la inflación en 2018, la masa salarial real mostró una caída de -12% interanual a fin del 2018, cayendo casi en igual magnitud los salarios privados, los públicos y el gasto en seguridad social. En particular el salario real privado cayó un -10,4% en términos reales, sumado a una caída del -1,9% del nivel de empleo.
El descenso de la masa salarial afecta en forma directa al consumo, principal componente del PBI ante un país que décadas atrás decidió aislarse y no sumarse al comercio internacional. A modo de ejemplo, las ventas en los supermercados descendieron un -12,5% interanual en términos reales, en tanto que las ventas en los Shoppings descendieron un -16,3% interanual, ambos en diciembre del año pasado. Esta última afectado también por la caída real del crédito al consumo.
2019: Recuperación de las Jubilaciones y AUH
Para el 2019, la masa salarial dejaría caer en los primeros meses del año y estabilizarse en los nuevos niveles de ingresos reales, para posteriormente empezar a recomponer el poder de compra, principalmente gracias a paritarias y jubilaciones. En efecto, las paritarias a partir del segundo trimestre del año, se empalmarán con importantes aumentos de las jubilaciones y AUH, dando empuje al vapuleado consumo de una economía que se limitó a vivir de su mercado interno.
Por el lado de los salarios privados, las paritarias otorgarán un respiro a la caída del consumo, aunque sin margen para una recuperación del poder de compra perdido en 2018. En el año, es posible que salarios e inflación empaten, al margen que tras paritarias se observe un incremento respecto a la peor parte de la caída real de los ingresos. La comparación interanual del salario real se mantendrá en terreno negativo durante buena parte del año, hasta llegar casi a cero recién sobre fin de año.
Dentro de la masa salarial, el único que recuperará capacidad de compra serán las jubilaciones y planes sociales. En efecto, dada la nueva fórmula previsional (que ajusta 70% inflación + 30% salarios, con un rezago de 6 meses), estimamos que las jubilaciones estarán creciendo un 43% interanual en el segundo semestre de este año, ganando a toda estimación que exista de inflación para igual periodo.
En particular, los próximos aumentos de las jubilaciones serán del 11,8% en marzo y estimamos del 11,5% en junio y del casi 8% en septiembre. Este escenario permite que las jubilaciones y planes sociales le ganen a la inflación hasta por 10 puntos porcentuales en el segundo semestre, recuperando casi todo lo perdido en 2018.
Dos puntos a destacar.
• Primero. Este aumento real en las jubilaciones genera un incremento del gasto público de casi 0,4% del PBI, que ya está contemplado tanto en el presupuesto 2019, como también en el acuerdo con el FMI.
• Segundo. La nueva fórmula previsional cumple un año. Si se mantenía la fórmula anterior para el incremento de los haberes, en 2019 las jubilaciones aumentarían menos del 30% en vez del 43% proyectado, y por tanto no permitiría ninguna recuperación en el poder de compra en las jubilaciones de 7 millones de personas, más los beneficiaros de planes sociales (AHU).
Recordamos que la fórmula previa indexaba en un 50% por la evolución de la recaudación en seguridad social y un 50% por la evolución de los salarios. Ambos componentes mostraron aumentos que llevarían a un aumento menor al 30% en los haberes previsionales, y dilatado en el tiempo al ser un ajuste semestral.
Más aún, dado que la oposición exigió que la nueva fórmula incorpore el salario en un 30% (70% inflación + 30% salarios), la nueva fórmula aprobada hace que la jubilación aumente un 43% este año, en vez del 48% si indexaba 100% contra la inflación, tal la propuesta original del oficialismo.
En definitiva, la masa salarial ampliada cayó un 12% en 2018. En el arranque del 2019 se estabilizaría en los nuevos niveles de ingresos reales. Recién en el segundo trimestre las paritarias darán un respiro a la caída del poder de compra del asalariado, pero sin capacidad de recuperar lo perdido en términos reales en 2018. El único que recuperará poder de compra serán las jubilaciones y los planes sociales (AUH), y de manera marcada en la segunda mitad del año, al subir cerca de un 10% real en el segundo semestre.
Con ello, la masa salarial ampliada quedará ganando un 3% real para el momento de las elecciones, con salarios que empatan contra la inflación, y jubilaciones y planes que recuperan el 80% del poder de compra perdido en 2018.
Ramiro Castiñeira
Twitter: @rcas1