Carlos Berro Madero
Quienes promueven hoy “ganar la calle” para oponerse a las medidas del gobierno y resistir sus disposiciones legales, corren el serio riesgo de descubrir que el peso de sus efectos sea el punto de partida de una nueva aventura: la idealización de un fracaso.
Con el cuento de unos derechos humanos que utilizan como escudo, la violencia verbal de Cristina Fernández y Hebe Bonafini las acerca cada día más a un claro objetivo: socavar las bases de la democracia, con el fin de propiciar el retorno a un autoritarismo conceptual que promueve en forma unívoca la “muerte al enemigo”.
Con el cuento de unos derechos humanos que utilizan como escudo, la violencia verbal de Cristina Fernández y Hebe Bonafini las acerca cada día más a un claro objetivo: socavar las bases de la democracia, con el fin de propiciar el retorno a un autoritarismo conceptual que promueve en forma unívoca la “muerte al enemigo”.
Según sostenía Lenin, guerras justas “son las guerras de una clase oprimida contra la opresora; del esclavo contra el que le esclaviza; los campesinos de la gleba contra los propietarios; los jornaleros contra la burguesía; la de los pueblos contra la amenaza de esclavitud nacional; la del proletariado triunfante para defender al socialismo contra los estados imperialistas” (sic).
“La voluntad de creer surge de flaquezas y angustias humanas sobradamente comprensibles que nadie puede condenar; pero la INCREDULIDAD PROVIENE DE UN ESFUERZO POR CONSEGUIR UNA VERACIDAD SIN ENGAÑOS NI REMIENDOS” - Fernando Savater
Etiquetas, apotegmas y promesas, son algunas de las maneras con que muchos políticos suelen vestir su identidad, en el seno de una sociedad que da crédito a quienes ofrecen un acceso fácil y placentero, que permita coronar la obtención de una vida feliz.
“El primero de los derechos humanos es la libertad de no tener miedo” -Rudolph Giuliani
“Un tema idiota infesta de idiotez a quien lo trata, sobre todo si lo recuerda con nostalgia” -Adolfo Bioy Casares
El hombre del común ya no quiere oír nada que pueda exigirle la obtención de algo que desea a cambio de un esfuerzo personal. Tampoco quiere trabajar mucho, y ni siquiera tener que pensar demasiado sobre una realidad que lo está asfixiando emocionalmente.
“Tanto las utopías como las distopías se especializan en augurar el destino: las primeras, presentan la tierra al final del camino como un lugar de armonía y orden, algo a lo que es posible aspirar si uno se acerca; mientras que las distopías retratan la misma tierra -en el mejor de los casos-, como una cárcel al aire libre” -Zygmunt Bauman
Durante años, muchos políticos han contribuido al trágico empobrecimiento de la sociedad, desarrollando una economía de subsidios que el Estado distribuyó a granel entre los ciudadanos, sin pensar en las consecuencias que desencadena siempre la descontrolada emisión de moneda que se utiliza para satisfacer estos objetivos.
“No el que tú me hayas mentido, sino el que yo ya no te crea a ti, ESO ES LO QUE ME HA HECHO ESTREMECER” -Friedrich Nietzsche
No existe valor más preciado en esta época que la capacidad de las personas para evaluar correctamente la abrumadora información incierta y contradictoria, debida al progreso de penetración ideológica en los medios de comunicación.
Estamos convencidos que es posible aceptar algunas argucias políticas, siempre que vayan acompañadas de buen gusto y dignidad.
“Algo que ya se posee, rara vez tiene el mismo encanto que tenía cuando se luchaba para obtenerlo” -Marco Ulpio Trajano
Cristina Fernández ha decidido no bajarse aún de su viaje hacia la estratósfera del pensamiento, en cuyo transcurso se le enturbió la mente por marchar mirándose el ombligo.
“La esperanza, no es solo la convicción de que algo bueno sucederá, sino la certeza de que hay cosas que tienen sentido en sí mismas más allá de cómo terminen resultando” - Václav Havel, Primer Presidente de la República Checa
Muchos observadores de la realidad nos preguntamos con verdadera preocupación si las medidas económicas necesarias para enderezar a una sociedad diezmada y acorralada como la nuestra, son hoy políticamente posibles.
“Todos los medios de promoción de un proceso político viciado por la inmoralidad son sencillos: servilismo con los superiores y delación con los demás. La delación no implica un defecto personal o pasajero, ES UN FACTOR ESTRUCTURAL DE LA SOCIEDAD AUTORITARIA, PORQUE PARA EL PODER SIGNIFICA LA GARANTÍA DE QUE NADA SE LE ESCAPE” -Tzvetan Todorov
“Lo que se denomina como ALMA COLECTIVA, nos deja a los pensadores entre manos algo desalentador y hasta terrible: saber que la colectividad es, sí, algo humano, PERO ES LO HUMANO SIN EL HOMBRE, lo humano sin alma, lo humano deshumanizado. Es pues, una acción humana sin espíritu” -José Ortega y Gasset
“Uno debe examinarse todos los días y si encuentra faltas personales, debe corregirlas. Cuando no se encuentra ninguna, debe hacerse un esfuerzo aún mayor para hallarlas” -Xi Zhi
“Puedo resumir en tres palabras lo que he descubierto de la vida: SIEMPRE CONTINÚA ADELANTE”. -Robert Frost
El físico belga Jean Bricmont, un decidido propulsor contemporáneo de la racionalidad científica, sostiene que la principal argucia de algunos discursos religiosos contemporáneos consiste en la idea de que la religión se ocupa de un orden de verdades distinto al de la técnica y de la ciencia.
“Es calidad preciosa la rapidez de la percepción; pero conviene estar prevenido contra su efecto ordinario, que es la inexactitud. Sucédeles con frecuencia a los que perciben con mucha presteza, no hacer más que desflorar el objeto. Son como las golondrinas, que deslizándose velozmente sobre la superficie de un estanque, sólo pueden coger los insectos que sobrenadan, mientras otras aves que se sumergen enteramente o se posan sobre el agua y con el pico calan muy adentro, hacen servir su alimento hasta con lo que se oculta en el fondo” -Jaime Balmes
Suele decirse que en la política de los regímenes autoritarios hay poca diferencia entre bandidos (los que roban a cara casi descubierta) y poderosos corruptos que detentan el poder absoluto. Éstos últimos manifiestan proteger a la comunidad de los bandidos, pero se comportan en realidad como ellos.
Ahora que el FPV se ha lanzado a una propuesta “unitemática” (la ley anti despidos) para solucionar la crisis que ha dejado su pésima administración, vuelve a comprobarse, una vez más, que los peronistas suelen distinguirse por una insufrible locuacidad que les impide juzgar nada con acierto. Si alguna vez comienzan un buen camino para avanzar, poco tardan en apartarse de él arrastrados por sus propios discursos vacíos de contenido.
“El placer de la obscenidad impone una servidumbre que nos liga –queramos o no-, a un estado de cosas en cuyo establecimiento experimentamos una gratificación que nos lleva a sentir la trivialidad de lo sublime. Es la proximidad del hundimiento de la mirada en una pantalla que nos acerca finalmente a la promiscuidad total” -Jean Baudrillard
La identidad de un grupo social se conforma por lo común a través de hábitos, conductas y técnicas que resultan ser finalmente una suerte de “estilizaciones” brotadas en una época en que dicha identidad se hace deseable, pero que infinidad de veces confunde, promoviendo lo peculiar como una excentricidad supuestamente fecunda.
Dice Jean Revel que una máxima popular muy extendida sostiene que “el comentario es libre y la información sagrada”. Lo que ocurre por el contrario es que existe una opinión disfrazada de información que mezcla los hechos y los comentarios sobre los mismos, interpolando juicios de valor en noticias que deberían ser citadas de una manera neutra.
Dice Fernando Savater que en cierto sentido, como nostalgia o aspiración, una ley guarda siempre algo de la prestigiosa majestad de la justicia a partir de su necesidad, que sigue y seguirá siendo infinita e incuestionable en un Estado democrático.
Pasadas las primeras tormentas que hubo de soportar el gobierno de Cambiemos, nos vienen a la memoria unas palabras pronunciadas por el senador conservador Matías Sánchez Sorondo en 1935.
El presidente Macri comienza a comprobar que una sociedad que ha vivido drogada durante 40 o 50 años viviendo de ilusiones y paradigmas falsos, no puede cambiar de la noche a la mañana su conducta tóxica habitual.
A pesar de los visibles esfuerzos que hace Cambiemos para cambiar el humor y los preconceptos de quienes exigen que lleguen hasta su puerta para ofrecer trabajo inmediato –no cualquiera, sino de tipo “digno”, eufemismo indeterminado que nos es tan caro-, tarifas de servicios públicas subsidiadas “a piacere” y un éxito fulminante respecto de una inseguridad que no comenzó ayer por la tarde, muy poca gente parece valorar nada de lo hecho en estos diez meses de gobierno. Sobre todo por los más desprotegidos.
Decía el filósofo catalán Jaime Balmes que la conducta del hombre, con respecto a lo moral tanto como a lo útil, no debería gobernarse jamás por “impresiones”, sino por reglas constantes. En lo moral, por las máximas de la eterna verdad; en lo útil, por los consejos de la sana razón.
“Una verdad sin interés, suele ser eclipsada por una falsedad emocionante” -Aldous Huxley
La primera condición para que el título de estas reflexiones sea realidad, es que nos hagamos cargo todos de la enorme dificultad que entraña, porque es muy difícil reformar una sociedad que ha vivido de ambigüedades, ensueños y desesperanzas.
“No es una novedad buscar una vía de escape cuando las cosas van realmente mal; es algo que se ha intentado -con resultados diversos-, en todas las épocas. Lo verdaderamente nuevo es el doble sueño de HUIR DE UNO MISMO Y ADQUIRIR UN YO HECHO A MEDIDA, así como la convicción de que este sueño es una realidad alcanzable” -Zygmunt Bauman
El escritor y psicólogo estadounidense Warren Bennis, predijo en los 70 el advenimiento progresivo de una decadencia de la burocracia política, asegurando que habría que ir mirando qué ocurriría más allá de ella. Que el cambio no sería explosivo, pero se agudizaría más y más por su incapacidad para adaptarse a acontecimientos que irían ocurriendo con una rapidez inesperada.
“Quien quiera tener ideas necesita antes disponerse a querer la verdad y aceptar las reglas de juego que ella imponga” -José Ortega y Gasset
Algunos economistas del peronismo han comenzado a arrancarle los ojos al programa económico, pronosticando toda suerte de desgracias “si el gobierno continúa por este camino” (sic), sin saber si esto será así indefectiblemente hasta el fin, o es parte de una gradualidad aceptada por Cambiemos públicamente (¿a disgusto?) ante la difícil y grave emergencia heredada, sumada –por qué no decirlo-, a una cierta inexperiencia política en el arte de gobernar transiciones.
“Cuando sueñe con lo que Ud. no tiene, piense más bien qué puede hacer con lo que está al alcance de su mano” - Ernest Hemingway
Nietzsche se preguntaba qué es más razonable, si parar una máquina cuando ya ha realizado el trabajo, o dejar que siga andando hasta que se rompa. Parecería que en el siglo dieciocho tenía unos buenos catalejos para anticiparse a los acontecimientos que ocurren en el siglo veintiuno.
“Una buena conversación debe agotar un tema, no a los interlocutores” -Winston Churchill
“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema” -Winston Churchill
“La gran generalidad de los hombres desciende al sepulcro no sólo sin haberse conocido a sí mismos, sino también sin haberlo intentado” -Jaime Balmes
Quizá dentro de muy poco tiempo, muchas personas que creyeron ver a Cristina Fernández como una transfiguración del “oráculo de Delfos”, festejando su pretensión de recrear el Monte Parnaso para tocar la lira con divinidades lejanas, deberán rascarse la cabeza para recordar las razones por las cuales estuvieron embelesados durante años por los “gorjeos” de la reina que no fue.
“Cuando no somos capaces de cambiar una situación, nuestro propósito debería consistir en cambiar nosotros mismos” -Víktor Frankl
“Cree en aquellos que buscan la verdad y duda de los que dicen haberla encontrado” -André Gide
“Uno debe examinarse todos los días y si encuentra faltas personales, debe corregirlas. Cuando no se encuentra ninguna, debe hacerse un esfuerzo aún mayor para hallarlas” -Xi Zhi
“Tener glorias comunes en el pasado y una voluntad común en el presente; haber hecho juntos grandes cosas, querer hacer otras más; he aquí las condiciones esenciales para ser un pueblo. En el pasado, una herencia de glorias y remordimientos, en el porvenir, un mismo programa que realizar. La existencia de una nación es un plebiscito cotidiano” -Ernest Renan