Sergio Berensztein

Preocupan más las debilidades propias que las virtudes del oponentes. Temor al voto fin de ciclo.

 

En esta primera etapa, oficialismo y oposición se plantean fidelizar más que sumar. Los sondeos.

 

El Gobierno pone todo, y la renovación del peronismo queda en manos de la ex presidenta.

 

El anticristinismo parece más fuerte que el antimacrismo. No equivocarse es ganar.

 

Las relaciones internacionales son una legítima satisfacción para Macri, pero no suman votos. Expectativas y riesgos de socios en desgracia.

 

Sé que no es la acepción más usada en estos días, pero vale la pena recordar que la antorcha sigue siendo un emblema de iluminación espiritual y de conocimiento. Hasta de esperanza y progreso: la maravillosa Estatua de la Libertad hizo eterna esa antorcha que fue imán para decenas de millones de inmigrantes de todas las razas y credos que anhelaban un futuro mejor.

 

La muerte del financista pone al descubierto historias de cleptocracia. Onda expansiva sobre la clase política.

 


Cuál será la actitud del Presidente, más allá del resultado electoral. Seis semanas que marcarán dos años.

 

Cuando la democracia sufre turbulencias, la mejor garantía es la institucionalidad. Argentina, en deuda.

 

Los argentinos tenemos dificultades para ponernos de acuerdo incluso en aquellas cuestiones en las que ya estamos de acuerdo.

 

Por los fracasos políticos de décadas, Argentina repite una historia de traumas que nos atormentan como sociedad.

 

Pese a que hizo poco por cambiar el sistema político, Macri tiene chances de triunfar por los problemas del peronismo.

La provincia de Santa Cruz está literalmente en llamas. Para apaciguarlas, fue designada María Cecilia Velázquez como ministra de Educación. Apenas le pusieron un micrófono delante de su boca, aprovechó para vaciar una botella de combustible sobre el fuego: habló de “jóvenes y jóvenas”.

 

El Gobierno siente que la realidad empieza a sonreírle. Y saca cuentas.

 

Hay un final abierto para la novela política argentina 2017. Planes oficiales y opositores.

 

Los ambiciosos programas de modernización del Estado que impulsa Cambiemos amenaza con modificar de forma estructural a un modelo de Estado anacrónico y poco transparente.

 

Las dudas de empresarios españoles se corresponden con nuestra historia de transiciones políticas truncas.

 

El presidente Mauricio Macri intentó posicionarse para retomar la iniciativa política en un año electoral durante el discurso que brindó en el Congreso de la Nación para inaugurar las sesiones ordinarias. El mandatario optó por un mensaje contundente y con una dureza poco habitual a la hora de revisar la situación en la cual recibió el país y de mencionar los logros de la gestión.

 

Se suman elementos a la polémica por el estilo oficial de comunicar. Campaña vs. gestión.

 

El Gobierno pretende generar un cambio de cultura política y democrática. Un objetivo tan ambicioso como complicado.

El gobierno divide opiniones en su camino entre herencias y mafias. La oposición, expectante.

 

Paralelismos de la política argentina con la carrera presidencial de EE.UU. Efecto mundial.

 

El Estado deberá crear mecanismos preventivos para no repetir la historia.

La desintegración K es un desafío para el PJ y también para Macri, con miras a 2017. El rol de los gobernadores.

El caso José López va a impactar y va a producir cambios en por lo menos tres dimensiones de la realidad nacional.

Política exterior, institucionalidad y matriz estatal son cambios por venir. Fortalezas y debilidades.

Un rechazo a la globalización y a la desigualdad, como consecuencia del aumento en el número de refugiados e inmigrantes y por la competencia de flujos financieros y comerciales globales lleva a que los nacionalismos, con ideas y políticas populistas, se presenten como una respuesta justa y protectora, todo en un combo peligroso que incluye un rechazo a las instituciones, la deliberación y el disenso.

 

Los plebiscitos son útiles y genuinos pero no reemplazan la buena política. Teoría y práctica.

 

¿Puede un presidente ser visto, al mismo tiempo, como un frío y calculador tecnócrata ajustador que apenas disimula su verdadero perfil ideológico (una suerte de neoliberal de closet) y como la expresión del neopopulismo de una curiosa derecha light aferrada a los manuales de autoayuda y superación individual para alcanzar la utopía de la felicidad?

 

Lo acordado en la mesa de diálogo revela que los problemas de fondo quedan para otro momento.

 

Hay indicios que hacen dudar si aprovechamos esta oportunidad.

 

Por qué puede ser uno de los vices más influyentes de la historia. Para que se tome nota en la Argentina.

 

El Presidente es indulgente y exigente con él y su equipo. Retiro espiritual, toma de decisiones y errores no forzados.

 

El conflicto por Ganancias revela otras raíces y riesgos para la institucionalidad.

 

Difícilmente el mundo pueda hacer un balance positivo del año que está a punto de extinguirse. Los riesgos globales se multiplicaron en cantidad y se incrementaron en intensidad.

 

El Gobierno se reorienta pero no elige encarar temas de fondo.

 

Expectativa por cómo la sociedad y su voto definirán el futuro oficial y el propio.

 

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