La mayoría de los dirigentes del PRO que no están alineados con el proyecto presidencial de Horacio Rodríguez Larreta respaldan la candidatura de Patricia Bullrich siempre y cuando no juegue Mauricio Macri. Si hay “segundo tiempo” se encolumnan con el expresidente. Entre ellos comienza a crecer el temor al fantasma de Sebastián Piñera, escenario que puede fortalecer las aspiraciones de la titular del PRO.
El ejemplo del exmandatario chileno parece ser un llamado de atención para los impulsores de un lanzamiento de Macri para un nuevo mandato. Consideran que el fundador del PRO tiene chances concretas de ganar las elecciones y volver a la Casa Rosada, pero temen que corra la misma suerte que Piñera en Chile. El empresario trasandino logró un segundo turno en la Casa de la Moneda, pero la sociedad no le dio la tradicional "luna de miel". La exigencia fue desde el primer día como si ese mandato fuera la continuidad del anterior cuando previamente gobernó Michelle Bachelet.
“A Mauricio le puede pasar lo mismo que a Piñera. La herencia de Alberto Fernández va a ser terrible y la paciencia de la gente es muy escasa, además ya sabemos lo que es el peronismo en la oposición”, comenta un dirigente alineado con el ingeniero del Cardenal Newman. “Tranquilamente puede volver a ser presidente, aunque la gran incógnita es cómo van a jugar los aliados de Juntos por el Cambio, especialmente los radicales, no se los ve muy decididos a respaldar las decisiones duras que hay que tomar y sobre las reformas que se deben implementar para revertir la crisis”, dice a MDZ una fuente cercana al expresidente que actualmente milita con Bullrich. Todos coinciden en que Macri se muestra obsesionado con combatir el statu quo e impulsar los cambios que quedaron pendientes en su mandato anterior.
“Es el mejor dirigente que tenemos para este momento, pero Patricia puede ser su heredera, significaría un recambio con la misma mirada de Mauricio y probablemente logre más paciencia en la sociedad porque hasta ahora no gobernó”, reflexiona una fuente del macrismo. Este debate aún no ha concluido, en todo caso se inició en base a lo que reflejan las encuestas y fundamentalmente por el nivel de escepticismo y bronca que hay en la sociedad contra la política tradicional. Los allegados al expresidente admiten que Bullrich ha consolidado su imagen en la opinión pública y que su candidatura luce competitiva para enfrentar a Horacio Rodríguez Larreta, quien exhibe alta intención de voto y acumulación de volumen político.
A esta altura las especulaciones en Juntos por el Cambio circulan en torno a varios escenarios totalmente condicionados por la suspensión o no de las PASO. Si prospera el fantasma de Piñera, el macrismo jugaría abiertamente con la presidenta del PRO. En esa hipótesis nadie se anima a afirmar si el propio expresidente tomaría partido o mantendría una postura neutral como hasta ahora. También Larreta tiene lo suyo para poner en la cancha. No solo logró la adhesión de más del 80% de la estructura del PRO a nivel nacional, sino que además puede aprovechar la crisis que ha generado Facundo Manes en la UCR y cerrar un acuerdo o apostar a traccionar votos radicales que no quieren que “los halcones” se queden con la candidatura presidencial de la coalición opositora.
“Si Horacio logra ese acuerdo la interna está definida, es jaque mate para Patricia, la única que le queda es generar un alud de votos en su favor para contrarrestar el aparato”, admite un dirigente que respalda el proyecto de la exministra de Seguridad.
Albero “Beto” Valdez