La Cuarta Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires es estratégica para la conformación de la Legislatura. El año próximo se ponen en juego 11 bancas de diputados provinciales. Se compone de 19 distritos del noroeste provincial, en pleno corazón del interior bonaerense. La semana pasada Patricia Bullrich recorrió algunas de esas localidades y quedaron en evidencia las fricciones entre los jefes comunales.
La presidenta del PRO bajó al territorio sin avisarle a los intendentes más poderosos, Pablo Petrecca de Junín, ciudad cabecera, y Mariano Barroso de Nueve de Julio, ambos absolutamente alineados con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli. Este gesto cayó muy mal en el ánimo de ambos alcaldes que responden políticamente a Jorge Macri. Además, el malhumor fue mayor cuando se enteraron que Bullrich estuvo en las localidades de Alberti y Bragado con jefes comunales del PRO enfrentados con ellos.
El año pasado Rodríguez Larreta le dio la responsabilidad a los alcaldes que gobiernan las ciudades cabeceras para armar las listas seccionales. En la Cuarta quedó a cargo Petrecca, quien según sus rivales internos se encerró con Barroso y no hizo participar al resto. Por eso varios de los ofendidos decidieron irse detrás de la candidatura de Facundo Manes, producto de la rosca de Emilio Monzó y uno de sus operadores, el senador provincial Marcelo Daletto.
Precisamente, como ahora el monzoísmo está muy activo en el armado de al exministra de Seguridad no fue casual que la semana pasada la acompañaran Eduardo Campana de General Villegas, Javier Reynoso de Rivadavia, y el radical Franco Flexas de General Viamonte y uno de los dueños de casa, Vicente Gatica, de Bragado.
En las PASO del año pasado se impuso la boleta de Manes en esta sección donde sólo Petrecca pudo salvar la ropa frente a un radicalismo juninense recuperado de la mano del concejal Juan Itoiz, quien seguramente se presentará el año próximo como candidato a jefe comunal. De todas formas, las heridas quedaron y no solo entre el PRO y la UCR. También hay tensión entre alcaldes del partido amarillo.
Seguramente, gran parte de este conflicto se empiece a solucionar de arriba hacia abajo. Como ya viene trascendiendo, Bullrich viene negociando con el exintendente de Vicente López un cierre en la ciudad de Buenas Aires, esta cuestión también estará en carpeta.
Ella es la jefa nacional del partido y Macri lo preside en la provincia de Buenos Aires. Por otra parte, quizás haya llegado el momento para la exministra de Seguridad de blanquear su alianza con Monzó. Hasta ahora lo viene ocultando para no enojar a Mauricio Macri. En territorio bonaerense le reclaman que llegó la hora porque no tiene sentido que siga esperando la bendición del expresidente. Sobre todo, cuando aún no ha definido si habrá o no segundo tiempo.
Alberto “Beto” Valdez