2001-21: 20 años y 200 mil millones de deuda
La primera pregunta es ¿quién tomó tanta deuda pública los últimos 20 años? Sabemos que Cambiemos gobernó 4 años y tomó 70mil millones de dólares, por lo que implica que el Peronismo gobernó los otros 16 años y tomó deuda por USD130 mil millones. Diseccionemos estos USD200 mil millones en mayor detalle:
- Durante la gestión del Dr. Eduardo Duhalde se confiscó los depósitos en dólares de los argentinos y se les entregó un bono a 10 años, llamado Boden 2012. Pero también se pesificó los créditos y se otorgó un bono a los bancos para que no quebraran al licuar las deudas. La confiscación de depósitos y la nacionalización de la deuda privada, aumentó la deuda pública un total de USD34.000 millones.
- Néstor Kirchner gobernó poco más de 4 años, no tenía acceso a los mercados de deuda, pero tampoco tenía déficit fiscal. Simple, arrancó pagando USD50 dólares de jubilación mínima, por eso no tenía déficit. Si bien negoció la deuda en default y logró una quita nominal, la misma la evaporó al colocar deuda a la incipiente dictadura de Chávez. Los números oficiales muestran que Néstor se fue prácticamente con el mismo nivel de deuda con el que llegó USD177mil millones.
- Cristina Fernández llegó con USD177 mil millones y se fue con USD241 mil millones. Es decir que en los 8 años de gestión elevó la deuda en USD64.000 millones. CFK tampoco tenía acceso al crédito externo, lo que hizo fue vaciar al BCRA y al ANSES. El gobierno le sacó USD50.000 millones a las reservas del BCRA y lo llenó de deuda pública para que no se note contablemente. Con el ANSES la estrategia fue similar, lo llenó de papeles y le sacó los dólares que heredó de la expropiación de las AFJP.
- Durante la gestión de Cambiemos la deuda aumentó en 70mil millones. Dentro de ese monto hay USD10mil millones que se emitieron para pagar sentencias internacionales que el Peronismo no quería ni reconocer y menos pagar, pese que parte de los conflictos judiciales perdidos fueron por las expropiaciones de empresas bajo su gestión. Por lo que Cambiemos tomó deuda por unos USD60.000 millones, un promedio de USD15.000 millones por año de gestión. Cambiemos tomó deuda casi exclusivamente en el exterior. USD44mil millones con el FMI y el resto títulos públicos.
- Alberto Fernández aumentó la deuda pública en USD32.000 millones en sus casi dos años de gestión. El peronismo no suele tener financiamiento externo y Alberto Fernández no es la excepción, por lo que la deuda se la coloca principalmente al BCRA y al ANSES con las mismas prácticas que durante la gestión de CFK: Llenarlo de bonos para tomar sus dólares.
Recapitulando los 20 años, Duhalde nacionalizando deuda privada aumentó la deuda pública en USD34.000 millones. Néstor sin déficit no aumentó la deuda. CFK aumentó la deuda en USD64.000 millones. Macri en la mitad de tiempo tomó la misma cantidad de deuda que CFK + los USD10.000 millones de pagos en sentencias. Por último, actualmente Alberto Fernández ya elevó la deuda pública en USD32.000 millones.
La deuda se elevó en 200 mil millones en 20 años, 130 mil millones tomó el peronismo, y 60 mil millones Cambiemos + 10mil millones para el pago de sentencias.
La deuda subió a un ritmo promedio de USD10.000 millones por año en estás dos décadas. Con CFK a un promedio de USD8.000 por año, con Macri a un promedio de USD15.000 millones por año, y Alberto Fernández a un promedio de USD16.000 millones por año.
El Peronismo ya vació al ANSES y al BCRA y Cambiemos ya agotó el crédito externo. Alberto Fernández ante la encerrona apela a financiar el déficit fiscal con los depósitos privados dentro del sistema financiero local, llenando los bancos de bonos y leliqs. Y como tampoco alcanza, pone a fondo la creación de dinero, sabiendo que la aceleración de la inflación será el resultado.
Modelo agotado
La esta deuda es hija del déficit fiscal y el déficit fiscal es hijo de este modelo económico completamente agotado, si es que alguna vez funcionó. Cerrar la economía tienta a la política porque permite a un puñado adueñarse de todos los negocios fronteras adentro. El ciudadano no tiene posibilidad alguna de hacer negocios con tantos impuestos, cepos y leyes laborales que son copia del fascismo italiano.
Ante el estancamiento económico que genera los cepos y cerrar la economía, el político eleva el gasto público para no perder votos. Esconde la falta de crecimiento repartiendo planes, aumentando el empleo público e incluso ahora jubilando a ciudadanos sanos y jóvenes de 55 años. En definitiva, la economía cerrada lleva al estancamiento, el estancamiento al gasto público y el gasto público a la deuda y la inflación. Argentina hace más de 80 años que tiene problemas de deuda e inflación, porque es el resultado del modelo económico que aplica.
Argentina tuvo un modelo liberal que otorgaba trabajo a todo el que ponga un pie en el territorio nacional. Pero para 1930 se inicia el abandono del modelo liberal y se abraza a la idea del corporativismo estatal, tan de moda en Europa por esos tiempos.
Pero Europa abandonó el “capitalismo de amigos” tras el fin de la segunda guerra (´45) y España un poco más adelante con la muerte de Franco (´75). Incluso Argentina tras décadas de fracasos, también abandona esas ideas en los años ´90.
Tras la crisis del 2001 argentina volvió a aferrarse al mismo modelo económico del pasado, pero que en el nuevo siglo ya eran ideas de museo que en el mundo sólo se encontraban entre los escombros del muro de Berlín y algunas dictaduras. El salto al pasado ya costó 20 años y USD200 mil millones de deuda pública, y como cosecha se tiene a medio país en la pobreza y viviendo de planes sociales. La otra mitad del país busca subsistir con salarios que no superan los 350 dólares, si es que tiene la dicha de estar en blanco.
El contraste con esa Argentina llena de futuro y trabajo que miraban los inmigrantes desde los barcos nunca fue tan evidente y doloroso. Argentina está a punto de perder un siglo entero por no soltar este fracasado modelo económico, que sólo ofrece negociados a un puñado con acceso al escritorio correcto, mientras que para el resto sólo hay deuda, inflación y mucha pobreza.
Ramiro Castiñeira