El paranaense, de 75 años, es un antiguo dirigente del PJ y la UOCRA y del llamado "Grupo de los 8" -aquella facción de diputados que en 1990 se apartó en conjunto del Partido Justicialista en disidencia con los indultos que el ex presidente Carlos Menem le había dado a los militares condenados por delitos de lesa humanidad-. También supo ser parte de la organización de eventos guerrilleros del Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT, base del ERP.
En los últimos años se abocó a la asesoría sindical y al peronismo provincial, junto al gobernador entrerriano Gustavo Bordet.
En agosto pasado, el Gobierno había enviado a la Comisión de Acuerdos del Senado el pedido para nombrar a Ramos como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario bajo el artículo 5 de la ley del Servicio Exterior de la Nación. En ese momento se informó que iba a ser cónsul general de Asunción.
Esta designación generó cierta polémica, ya que muchos cuestionaron por qué le dieron semejante cargo si iba a ser cónsul. Fuentes diplomáticas confiaron a Clarín en ese momento que se trata de un artilugio que encontraron los diferentes gobiernos para nombrar cónsules de origen político cuando la ley dice que deben ser diplomáticos de carrera.
Esta situación tiene un antecedente con el caso del fallecido Héctor Timerman. Cuando el gobierno de Néstor Kirchner lo incorporó, lo hizo sumándolo al servicio exterior como cónsul general en Nueva York.
Desde entonces, pocos políticos son cónsules, pero pueden hacerlo si los nombran como embajador. A Ramos, cercano al canciller Felipe Solá, lo llevaron para que el Senado trate su pliego de esa manera, el cual fue aprobado en octubre.