Miércoles, 08 Febrero 2023 09:09

Breves reflexiones conceptuales sobre economía - Por Carlos Berro Madero

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La renombrada Escuela de Viena de 1930, (Carl Menger, Eugen von Böhm- Bawerk, Friedrich von Wieser) demostró que un régimen de tipo “socialista” carente de precios libres, no puede calcular racionalmente los costos, tornando imposible distribuir eficazmente los factores de producción disponibles para destinarlos a los cometidos de mayor interés.

El gobierno kirchnerista, constituido mayoritariamente por improvisados en la materia, nos ha ido sumergiendo en el caos conceptual de una planificación metodológica que trata de imponer bases erráticas encerradas en falacias carentes de armonía secuencial, apelando a estadísticas que soslayan las funciones del “factor humano”, llamadas “preferencias temporales”; resultado, muchas veces variable, de los deseos de personas que actúan y se influencian mutuamente en la vida real. 

Esas preferencias temporales son las que engendran el interés y el beneficio, cuya mayor o menor cuantía deben quedar “atendidos” de manera conceptualmente armónica.

Ludwig von Mises –distinguido miembro de la escuela aludida-, señalaba que la ciencia económica no siempre coincide con el positivismo de la física o las matemáticas –manejadas por reglas rígidas-, por lo que deberían ponerse en práctica unos pocos axiomas generales que contemplasen la naturaleza de dicho factor humano.

Son axiomas –agregaba-, que deben responder a las aspiraciones naturales y espontáneas del hombre del común, que desea alcanzar determinadas metas conectadas con escenarios QUE REFLEJEN SUS INTERESES DENTRO DEL MUNDO REAL, por lo que las reglas económicas se caracterizan por pertenecer a una disciplina de tipo “deductivo”.

Quienes nos gobiernan desde hace años, ignoran la validez de dichos principios basales, tratando de imponer reglas que jamás tuvieron en cuenta lo descripto precedentemente, construyendo así una suerte de interminable partitura desafinada.

El caos emergente de este error conceptual se ha ido expandiendo en la sociedad, al ignorar la característica de los sentimientos subjetivos de cada quien respecto de lo que significa vivir mejor y/o progresar en la vida, sin entender que de lo que se trata el asunto es de poner un cierto orden general, casi mínimo, para que nadie vea prevalecer sus intereses en detrimento de los demás, dentro de un régimen de libertad bien administrada. Punto.

Mises hizo notar que las ecuaciones matemáticas, sirven tan solo para describir el mundo estático de una economía en “equilibrio general” UNA VEZ QUE ÉSTE SE HA PRODUCIDO, por lo que dichas ecuaciones resultan engañosas si no se conjugan con lo que sucede en dicho mundo real, donde existen esperanzas, anhelos y aún errores del ser humano a la hora de decidir sus cursos de acción.

Cualquier planificación en materia de economía debe contemplar pues el equilibrio entre pujas razonables e irracionales provocadas por aspiraciones diferentes del individuo, que actúa en el mercado de acuerdo con las ya aludidas preferencias temporales.

Estos principios fueron abandonados hace muchos años por casi todos los gobiernos “progresistas” de América Latina, por el afán

desmesurado de dirigentes políticos que solo han luchado para perpetuarse en el poder “sine die”, encerrándonos en el estrecho corsé de supuestos “acuerdos multisectoriales” (sic) que chocan una y otra vez contra todo lo que hemos descripto precedentemente.

A buen entendedor, pocas palabras.

Carlos Berro Madero

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